Propuesta de un nuevo modelo urbanístico para Montcada i Reixac

Un nuevo modelo urbanístico para Montcada i Reixac
Un nuevo modelo urbanístico para Montcada i Reixac | Equipo redactor

Este trabajo tiene por objeto proponer un nuevo modelo urbanístico para la ciudad de Montcada i Reixac, que cuente con el consenso técnico, político y social para garantizar su desarrollo a corto, medio y largo plazo. Montcada i Reixac debe convertirse en una articulación local y territorial, definida por una apuesta singular en la relación ciudad-naturaleza, capaz de alcanzar una óptima cohesión urbana, social y ecológica.

Superficie:
1.550 ha
Fases:
Estudio -
Dirección y coordinación:

Josep Maria Carreras (director de los Servicios de Urbanismo, AMB), Loles Herrero (jefa del Servicio de Planeamiento Urbanístico, AMB)

Equipo redactor:

Jordi Peralta e Isabel Tomé (arquitectos, AMB), Helena Valls, Santi Pérez, Gavina Corbetta, Clara Pérez y Elisa Marchante (estudiantes de arquitectura, AMB)

Municipios:
Montcada i Reixac

Descripción

La posición geográfica estratégica del municipio de Montcada i Reixac está condicionada por la acumulación, en muy poco espacio, de diferentes sistemas de orden territorial. Esta superposición genera una serie de tensiones que dificultan la comprensión y el tratamiento. El reto consiste en invertir esta situación con una estructura clara y potente que cohesione el municipio y abra nuevas miradas hacia el futuro.

Para hacer posible esta articulación local y territorial, el modelo que se propone utiliza la naturaleza fragmentaria de este sistema urbano, corrigiendo su morfología. Se propone una nueva hipótesis de agrupación de tejidos en cinco distritos urbanos como estrategia de ordenación territorial. Esta reorganización urbana debe potenciar la identidad individual de cada distrito, para generar sinergias y relaciones cruzadas. Una ciudad archipiélago equilibrada y conectada que permitirá dar un salto cualitativo muy importante en la percepción global del municipio. Un modelo en el que todos los ciudadanos podrán disfrutar de las ventajas de la ciudad compacta y de una relación directa (<300 m) con la naturaleza y el campo.

El estudio define una nueva estructura urbanística que religa el municipio y refuerza su riqueza morfológica y su condición dinámica y conectada. Se definen tres componentes:


1) Membrana. Este componente funciona como pasaje metropolitano (recoge los grandes ejes fluviales y rurales), como franja de transición entre el sistema urbano y el sistema de espacios abiertos y como envoltorio de los cinco distritos y para recoserlos entre sí. Un intersticio que como aglomerante del conjunto debe convertirse no solo en un espacio funcional y de paso, sino también en un espacio de encuentro y de actividad (ocio, tiempo libre, servicios y dotaciones). En este sentido, es fundamental contrarrestar la homogeneidad longitudinal de la cinta, a partir de los posibles anclajes locales vinculados a los hechos urbanos o naturales de cada sitio.

2) Collar. Este componente de escala municipal une los cinco distritos interconectándolos con los municipios vecinos. Un collar que enlaza calles históricas, ejes comerciales, ramblas, paseos, nuevas redes de autobuses de alta frecuencia, trazas patrimoniales que relacionan estaciones de tren, mercados, polideportivos, etc. Además de clarificar las relaciones funcionales, también podrá generar nuevas áreas de centralidad no puntuales, sino lineales a lo largo de estas redes. Se estudian aquellas actuaciones puntuales estratégicas para realizar esta conexión lenta. Nuevas redes de autobuses de alta frecuencia, que relacionen estaciones de tren, mercados, polideportivos.

3) Centros. La cohesión urbana local debe basarse en la definición y el refuerzo de los centros de cada uno de los cinco distritos, capaz de religar los diferentes tejidos que los componen. Una vez resueltas las principales discontinuidades internas, a través de los dos proyectos de soterramiento ferroviario, la estructura cívica encadena diferentes elementos como calles históricas, ejes comerciales, ramblas, paseos, trazas patrimoniales. Se identifican distintos ámbitos para transformar la ordenación actual intensificando o reconsiderando los usos para reforzar aún más estos centros. Respecto al conjunto, su objetivo es incidir en la significación e identidad de cada barrio, así como potenciar roles complementarios entre ellos, favoreciendo la interacción en un sistema rico y cohesionado.