Plan Clima y Energía 2030
El Plan Clima y Energía 2030 incorpora tres estrategias mediante las cuales el AMB ya hace años que lucha contra el cambio climático: la Estrategia de gestión del carbono, la Hoja de ruta para la transición energética y el Plan de adaptación.
El clima en el área metropolitana de Barcelona está cambiando y lo continuará haciendo a lo largo del siglo XXI. Los peligros climáticos más destacados que pueden suceder en esta zona son: el aumento de la temperatura, la reducción de la precipitación media anual, el aumento de episodios climáticos extremos, la disminución del agua disponible, el incremento de incendios, la subida del nivel del mar y el aumento de los impactos debidos al efecto isla de calor y a las olas de calor.
En general, las ciudades más urbanizadas son las que más sufren los efectos de las olas de calor, que es uno de los efectos más destacados del cambio climático. Esto se debe, en parte, a las emisiones de calor antropogénico (más tráfico, más combustiones, etc.) y a la falta de espacios abiertos y verdes que puedan "barrer" este calor. Por lo tanto, los habitantes de las ciudades más urbanizadas son más vulnerables a los impactos relacionados con la salud, como los golpes de calor, y a la vez son los que generan más consumo energético, sobre todo en verano.
Si no se toman medidas de manera inminente, la temperatura media en el área metropolitana de Barcelona se puede incrementar entre 1,5 y 4 ºC, y la precipitación puede disminuir un 20 % a finales del siglo XXI, según qué escenario de emisiones se considere (respecto al periodo 1971-2000).
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