Àrea Metropolitana de Barcelona

El proyecto se inscribe dentro de la reconversión de vías de tráfico intenso en ejes con una clara voluntad urbana. El crecimiento de Cornellà y el hecho de que las vías de tráfico rodado pasen por debajo del suelo entre las rotondas del Intercanviador y de la Santa Missió, ha provocado que este tramo de la carretera de Esplugues adquiera una centralidad que antes no tenía. El objetivo fundamental es, pues, transformar el eje viario que ha sido hasta ahora este tramo de carretera en un eje cívico plenamente integrado al centro de la ciudad, y conseguir que el entorno del Ayuntamiento y la plaza de l'Església adquieran el papel de centro neurálgico que no tenían hasta hoy.

El ámbito incluye cuatro puntos donde se concentra una gran actividad viaria. Por un lado, las dos rotondas, imprescindibles para el buen funcionamiento de la vialidad general. Por el otro, el entorno de la parroquia de Santa Maria y el nudo formado por la avenida dels Alps, la calle de Salvador Allende y la carretera d'Esplugues. Se ha propuesto la reducción de los coches en el entorno de la parroquia desviando el tráfico rodado, mientras que alrededor del hogar de ancianos, el tráfico de la calle del General Prim se ha considerado únicamente de servicio. Ello ha permitido conceder cierto carácter urbano al cruce formado por la plaza de l'Església, el edificio del hogar de ancianos y la llegada de la rambla d'Anselm Clavé. La reducción del tráfico alrededor de la iglesia ha propiciado la unión de las tres plazas en un todo continuo, pero conservando cada una de sus particularidades. Los edificios públicos que las conforman pueden mantener así una relación más franca, sin las molestias que ocasionan los coches, a la vez que se puede conseguir una plaza Major para Cornellà.

En cuanto al mencionado nudo formado por la avenida dels Alps, la calle de Salvador Allende y la carretera d'Esplugues, se ha propuesto una rotonda alrededor de la que se organizan los pasos de peatones y la vialidad rodada. La conexión de los dos triángulos resultantes configura un nuevo paisaje y consigue dar continuidad al espacio público por debajo del viaducto del tren. Se ha minimizado el impacto del viaducto con el fin de valorizar la singularidad de este punto mediante una instalación especial de alumbrado, reforzada con la propuesta del cruce viario situado justo debajo.

Para garantizar la continuidad de la rambla d'Anselm Clavé, se ha propuesto un paseo central arbolado con ancho suficiente para instalar quioscos de prensa, flores o bebidas, y hacer más amable la entrada en el casco viejo de la ciudad.

Se ha reformado finalmente la plaza de Francesc Macià conectándola con la plaza de delante del Ayuntamiento mediante un sistema de rampas. El espacio resultante queda delimitado por el balcón del Ayuntamiento, las fachadas de las edificaciones colindantes que tienen carácter de interior de manzana y la calle Jacint Verdaguer, que está en contacto mediante unos tramos de escaleras que absorben su pendiente. De todo ello, resulta un espacio horizontal de pavimento de sablón, con arbolado de sombra de crecimiento rápido, mobiliario urbano para sentarse y descansar, y un espacio cerrado para juegos infantiles con forma elíptica